Con el inicio de Internet, el hosting se ha vuelto una herramienta fundamental a la hora de alojar un sitio web o una aplicación, pero, ¿siempre fue cómo lo conocemos ahora? Claro que no. Acá te contamos cómo ha ido evolucionando con los años.
Conforme avanza la tecnología, van cambiando las cosas. De hecho, navegar por Internet hace 10 años, era algo muy distinto a hacerlo hoy, ya que hay muchos elementos que han ido evolucionando. Uno de esos elementos es el hosting, que también ha experimentado modificaciones con el paso de los años. ¿Cómo ha ido mutando? Aquí te lo contamos.
1980 – 2000: Inicios de Internet
Cuando nació Internet, las empresas tenían sus propios servidores y tenían que estar muy atentos a aspectos como el montaje y el cableado de estos servidores. Sin embargo esto vino a cambiar medianamente con la aparición de los datacenters, que eran centros de datos en donde las empresas podían alojar sus servidores con la intención de no tener que preocuparse de cortes de electricidad, refrigeración, entre otros, y seguían siendo servidores físicos dedicados, gestionados para cada empresa.
En esta época los desarrolladores no trabajaban con los equipos de sistemas y éstos administraban los servidores sin entender el trabajo de desarrollo y sin las herramientas que se requerían. Una vez listo el proyecto, se realizaba una subida a producción que, por lo general, duraba varios días.
A raíz de lo anterior es que se acordó limitar las subidas a una por mes y siempre se hacían con dificultades debido a las diferencias entre los entornos locales y el de producción.
2000 – 2014: Virtualización
Alrededor del año 2000 se comienzan a extender las tecnologías de virtualización que permite montar varios servidores virtuales sobre un mismo servidor físico. Se hacen progresos acerca de las automatizaciones y las herramientas de gestión de máquinas hasta que en 2010 se comienza a hablar de Infrastructure as a Service. ¿Qué era esto? Un modelo que te permite gestionar la infraestructura como un servicio de manera remota.
Esta manera de evolucionar se le denomina DevOps, es decir, los equipos de desarrollo empiezan a trabajar en conjunto, se automatizan las pruebas, procesos de despliegue, etc. Esto podrá permitir hacer entregas con mayor frecuencia sin comprometer o poner en riesgo la calidad.
2014 – 2016: Aportar valor y minimizar los costos
Un sistema de entregas continuas es una ventaja competitiva en Internet, pero en realidad es algo que no muchas empresas consiguen, pues es algo que requiere mucho trabajo. Por esta razón es que, con el objetivo de simplificar los procesos y ahorrar más tiempo de los empleados en tareas de soporte, comienzan a surgir los PaaS, plataformas que desarrollan aplicaciones directamente en la nube.
Esto permite a los equipos en concentrar esfuerzos en programar, mientras el PaaS, les hace más simple la labor en diversas tareas de gestión y configuración: servidores, virtualización, sistemas operativos y otros. Con esto se puede reducir los costos de forma considerable y se gana en productividad.
En definitiva, los usuarios sólo ven tu aplicación o sitio web y lo único que ellos esperan que funcione de manera óptima y sin errores. Según esta evolución que hemos visto, la forma de trabajar ha ido sufriendo variaciones, hasta llegar al cloud. Este es un nuevo paradigma que viene a facilitarle las cosas a los desarrolladores, ya que pueden construir aplicaciones reutilizando componentes y en el manejo del hardware y el software.
Internet se ha vuelto cada vez más exigente. Por lo mismo es que ahora es necesario ofrecer servicios de mayor calidad, en donde no revista ninguna mala experiencia para los usuarios. Así es que hay que ir adaptándose a los nuevos tiempos y como el hosting ha ido sufriendo mutaciones, también debemos hacerlo nosotros para ir a la vanguardia de la tecnología.